Después de un ratito ausentes de publicar en el blog, les enviamos un cordial saludo.

Esta vez con un post en honor a nuestras hermanas la Tuna Gitanas de Puerto Rico, quienes decidieron pasar un fin de semana de vacaciones en el D.F. y Cuernavaca.

Nuestras hermanas, visitaron tierra azteca dejando a su paso un sin fin de alegría y derroche de buenos momentos, pues en realidad las pasamos bien; todo empezó el viernes 23 de Julio por la noche cuando después de estar varias horas esperando al retrasado avión por fin pudieron llegar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México "Benito Juárez", de ahí nos dirigimos a casa de Martina a degustar una cena llena de "fantasias" un rico café de olla.

Al siguiente día partimos a Cuernavaca donde esperaban ya las chicas de la Tuna Femenil de la Universidad Mesoamericana Campus Morelos, quienes ya estaban preparando todo como excelentes anfitrionas en casa de Pily "Tinker Bell", así empezó la tarde, con un sin fin de risas mientras se fueron dando cita amigos entrañables con quienes sin duda pasamos una velada increible.

No pasó mucho rato cuando empezó la bohemia, primero los chicos de la Tuna Universitaria del CUI, luego las mismas gitanas, después las anfitrionas, San Luis Obispo y ya al final la ESIQIE, y es que la Jefa y Fabish apenas venían de camino. La noche duró.... y duróo.. y duró.. hasta que para algunos se confundió y no cerraron los ojos. Amanecimos algunas un poco despeinadas, otros un poco adormilados, cuando decidimos partir al D.F. no sin antes secuestrar a Genesys para darle un recorrido por el centro de Cuernavaca.

Finalmente arribamos al D.F. donde nos esperaba un encuentro con viejos amigos en San Ángel, y así nuevamente se nos fue consumiendo la noche. Temprano, Hormiguita y la Jefa despidieron a la comitiva puertorriqueña con abrazos interminables y sólo una Reiteración firme...

SOMOS DOS TUNAS , UN SÓLO CORAZÓN.

Gracias a la Familia Villavicencio Villar por su hospitalidad, así como a las anfitrionas, pero sobre todo gracias a todos los presentes por tan bello y grato momento, que seguro nos robará una sonrisa cada que sea evocado.